Tarta fácil de Oreo

¡Por fin una receta dulce que no es un bizcocho! Y pensaréis: se ha vuelto majara. Pues no, pero casi. 
Es un hecho que me encanta hacer bizcochos. Casi tanto como hacer galletas. Tienen infinitas posibilidades, y tienen una muy buena presencia en la mesa. Por eso tengo tantos en el blog. Pero claro, cuando has de llevar un postre, y te quedas sin horno (aparte de darte un infartito y todos los males del mundo), pues ya te has quedado sin bizcocho.

Este sábado, cuando iba yo tan feliz a preparar un bizcocho, uno más, me di cuenta de que el horno no funcionaba. No echaba luces, ni sonaba, ni se encendía el pilotillo. Nada. Caput. Ya os digo, todos los males del mundo fueron pocos. Pero una vez superado el momento pánico (que lo hubo, y fue muy intenso), decidí buscar una tarta que había visto hacía tiemepo en La receta de la Felicidad. Sin horno. Fácil. Estupendo. Rápida. Maravilloso.

Y así me metí a hacerla. Cumple lo que promete: sin horno, fácil y rápida. No la modifiqué ni la adapté ni toqué la receta, porque me pareció perfecta tal como está. Os la pongo tal cual viene en la página, que ella se explica mucho mejor que yo. Como mucho, mi molde es redondo y el suyo no, pero nada más. Recomendada para esas situaciones de pánico absoluto, o para cuando simplemente, no os apetezca hornear nada. 


Tarta fácil de Oreo (fuente: La Receta de la Felicidad)
 

Ingredientes
    Para la base:
    300 g de galletas oreo
    100 g mantequilla fundida

    Para la crema:
    200 ml de nata para montar (35% MG)
    200 g de chocolate negro, troceado
    50 g de mantequilla

    Para decorar:
    4 o 5 galletas oreo partidas
    1 puñado de chips de chocolate

Preparación
    Comenzamos preparando la base. Para ello, trituramos las galletas en un robot de cocina. Para hacerlo manualmente, metemos las galletas en una bolsa, y las golpeamos con un rodillo hasta convertirlas en polvo de galleta
    Mezclamos las galletas con la mantequilla
    fundida, y vamos presionando la mezcla en la base y los laterales de un molde desmontable (el de las fotos, un molde rectangular rizado de base desmontable de 10×35 cm). Metemos en el congelador mientras que preparamos la crema de relleno
    Ponemos la nata en un cazo y llevamos a ebullición. Cuando hierva, retiramos del fuego y agregamos el chocolate troceado y la mantequilla. Esperamos unos minutos, y removemos hasta obtener una crema brillante y homogénea.
    Vertemos sobre la base que habíamos reservado en el congelador, y decoramos con trozos de galleta Oreo y chips de chocolate. Llevamos al frigorífico un par de horas antes de consumir. Desmoldamos con cuidado y servimos


2 comentarios:

  1. Umm una pinta estupenda, seguro esta buenísima, saludos.
    "Quien se pica ajos come"

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  2. Qué cosa más rica, una tentación chocolateada a mis ojos...Me encantará probarla.

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